Uno de los términos más temidos por empresas y usuarios individuales es ataque de ransomware y ataque DDoS. Estos dos tipos de ciberataques han evolucionado rápidamente, convirtiéndose en una amenaza global que puede paralizar organizaciones enteras.
En este artículo, exploraremos cómo los ataques de ransomware y los ataques DDoS han cambiado el panorama de la seguridad en línea, qué diferencias hay entre ambos, qué los hace particularmente peligrosos, y cómo podemos protegernos eficazmente contra ellos.
En el cambiante paisaje de la ciberseguridad, dos amenazas destacan por su frecuencia y severidad: los ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) y los ataques de ransomware. Aunque ambos pueden ser devastadores, es crucial entender sus diferencias para implementar estrategias de defensa efectivas.
Además, tal y como ya advertimos por aquí, los ataques DDoS crecieron de manera considerable en 2023 debido a conflictos bélicos, lo que nos hace extremar las precauciones.
Por otro lado, un ataque de ransomware puede ser devastador. Este tipo de ciberataques, han hecho que en 2022, las empresas españolas experimentaron un aumento significativo del 88% en los costes promedio de recuperación por ataques de ransomware, sin contar los pagos de rescate. Este aumento llevó el coste medio a 19.549€, en contraste con los 10.415€ registrados en 2021.
¿Qué es un ataque DDoS?
En primer lugar, los ataques DDoS son esencialmente inundaciones digitales. Aquí, un gran número de sistemas comprometidos atacan simultáneamente un servidor, servicio o red específicos, sobrecargándolos con solicitudes falsas. Esto resulta en una denegación de servicio para usuarios legítimos. Los ataques DDoS no buscan robar información, sino interrumpir la disponibilidad de un recurso.
El propósito es inducir el colapso del sitio web. Esto puede resultar en daños económicos, deterioro de la reputación, sustracción de información o vulnerabilidades en la seguridad.
¿Qué es un ataque de ransomware? Un secuestro de datos
Por otro lado, el ataque de ransomware es una forma de malware que cifra los archivos de la víctima, bloqueando el acceso a sus datos. Los ciberdelincuentes exigen un rescate, generalmente en criptomonedas, para proporcionar la clave de descifrado.
El impacto del ransomware va más allá de la indisponibilidad temporal; puede resultar en la pérdida permanente de datos críticos si no se paga el rescate o si no hay copias de seguridad adecuadas.
¿Cómo actuar en cada caso?
Dado que los ataques DDoS y el ransomware tienen objetivos y métodos distintos, las estrategias para contrarrestarlos también difieren. Mientras que la mitigación de DDoS se enfoca en la absorción y redistribución del tráfico malicioso, la defensa contra un ataque de ransomware requiere una sólida higiene de ciberseguridad, incluyendo copias de seguridad regulares y educación sobre amenazas de malware.
Empleados concienciados = empresa segura frente a ciberataques
En resumen, el paisaje de la ciberseguridad está en constante evolución, y con él, las estrategias para defender nuestras organizaciones de amenazas como los ataques DDoS y los ataques de ransomware. Estas amenazas, aunque distintas en su naturaleza y ejecución, comparten un común denominador en la línea de defensa más efectiva: la concienciación y educación de los empleados.
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