La ingeniería social es la práctica de obtener información confidencial a través de la manipulación de usuarios. Es una técnica que pueden usar los ciber delincuentes para obtener información, acceso o permisos en sistemas de información que les permitan realizar daños a la persona u organismos comprometidos. El principio que sustenta la ingeniería social es el de que, en cualquier sistema, los usuarios son el «eslabón débil».
El primer paso de un ataque de ingeniería social es la investigación previa que el estafador realiza sobre sus objetivos. Si la víctima será una empresa, el hacker hace un reconocimiento profundo de toda la estructura organizacional, las operaciones internas y la forma de comunicación.
Un ciberdelincuente pone mucha atención en el comportamiento y los patrones de los diferentes empleados que dicha empresa tenga: desde los de primer nivel hasta los directivos. Pueden obtener la información de redes sociales y del análisis, tanto online como offline, de los usuarios. Por eso es muy importante revisar lo que se publica en redes sociales y controlar quien puede ver el contenido.
Cuando el atacante obtiene toda la información necesaria, estructura su plan y lo pone en marcha con la intención de obtener acceso a información personal o causar algún daño a la red interna de la empresa.
¿Cómo prevenir un ataque de ingeniería social?
1. Utilizar autenticación multifactor
Es importante utilizar algo más que una contraseña. La autenticación multifactor añade más capas de seguridad para verificar la identidad al acceder a una cuenta. Estos factores pueden ser huellas dactilares, reconocimiento facial o códigos temporales enviados al dispositivo móvil privado. De esta manera, será más difícil concretar un ciber ataque.
2. Establecer filtros altos de spam
Si bien todos los servicios de correo electrónico tienen activada la bandeja de spam, lo mejor es verificar que el nivel sea alto para evitar que mensajes maliciosos inunden la bandeja de entrada principal.
3. Usar VPN
Una red privada virtual (VPN) puede evitar que cualquier persona que quiera acceder a la red principal de alguien más lo consiga.
Así, no solo la conexión está protegida sino también los datos e información personal se vuelven anónimos e imposibles de rastrear. Esto es funcional hasta para las navegaciones donde se utilizan cookies de terceros.
4. Mantener los software actualizados
Cuando se retrasan u omiten las actualizaciones se deja un hueco de seguridad que los ciberdelincuentes pueden aprovechar para atacar y aprovechar esta vulnerabilidad.
5. Monitorear constantemente los sistemas y redes
Es importante que los sistemas tengan un monitoreo las 24 horas del día, sobre todo aquellos que albergan información confidencial. Este proceso también puede identificar dominios falsos y eliminarlos al instante para evitar una infracción de la información.
6. Utilizar WAF basado en la nube
Un Web Application Firewall (WAF) basado en la nube ofrece más protección que un firewall convencional, pues está diseñado para garantizar la máxima protección contra los ataques de ingeniería social.
En caso de detectar algo negativo, bloquea los ataques al instante y emite alertas sobre cualquier intento de instalación de malware.
¿Sabías que la persona más afectada por ataques de ingeniería social de una empresa suele ser el CEO?
¿Sabías que la mayoría de brechas es a consecuencia de un error humano?
Nunca hay que dar por hecho que jamás se sufrirá un ataque de ingeniería social.
Por razones como estas hemos creado Zepo, un entrenamiento de ciberseguridad para tu equipo, para que sepa cómo detectar este tipo de amenazas.
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