Más allá de la tecnología: El rol del firewall humano

Firewall humano
El corazón del firewall humano radica en empoderar a los individuos para reconocer y responder a las tácticas engañosas utilizadas por los ciberdelincuentes. Esto implica cultivar una mentalidad de seguridad en cada paso que damos en el mundo digital.

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Aprende a cultivar una mentalidad fuerte y robusta de ciberseguridad, empoderando a las personas para identificar y resistir amenazas digitales a través de la formación y la precaución informática, creando un firewall humano férreo capaz de proteger los activos de tu empresa contra los ciberataques.

A día de hoy, ¿qué empresa no está digitalizada e integrada en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)? Realmente, muy pocas. La globalización, así como la pandemia de COVID-19, obligaron al tejido empresarial de todo el mundo a reinventar sus formas de trabajo, así como sus sistemas de producción. 

Esta apertura a la tecnología, sin embargo, también presenta una serie de factores negativos que son perjudiciales para las organizaciones. La ciberdelincuencia está más en auge que nunca, y, por ende, es necesario contar con una adecuada política de ciberseguridad para estar protegido de estafas.

En este sentido, el factor humano adquiere una importancia crítica, pues es el eslabón más débil en cualquier estrategia de ciberseguridad. Las empresas han desarrollado, con el paso de los años y el avance de la tecnología, aplicaciones de ciberseguridad, muchas de ellas impulsadas y apoyadas en la Inteligencia Artificial.

No obstante, a pesar de los esfuerzos por parte de las organizaciones en su afán de mejorar la seguridad digital de sus activos, las amenazas potenciales siguen en aumento, aludiendo a técnicas de ingeniería social, que el centro de su diana: las personas. Por este motivo, es necesario contar con una última línea de defensa, un firewall humano.

¿Qué es un firewall humano y qué características tiene?

Antes de nada, debemos entender qué es un firewall ‘no humano’. Imagina que un firewall es como un portero digital para tu dispositivo o red en línea. Funciona como un guardián que decide quién puede entrar y quién no. Analiza todo el tráfico de internet que intenta llegar a tu dispositivo o red y decide si es seguro permitirlo o si debe bloquearlo para protegerte de posibles amenazas y ataques maliciosos. 

Es como una puerta de seguridad virtual que ayuda a mantener a raya a los «visitantes no deseados» y a asegurarte de que solo las cosas buenas pasen.

Bien, ahora, un firewall humano es básicamente la última línea de defensa de la seguridad de una empresa o de cualquier organización en general. Son las personas encargadas de combatir las amenazas potenciales que puedan dañar los activos de cualquier organización.

Un buen firewall humano se consigue mediante la educación y mediante una buena concienciación en ciberseguridad dentro de las empresas, pues el factor humano es el eslabón más débil, ya que somos fácilmente manipulables mediante técnicas de ingeniería social que los ciberdelincuentes usarán para engañarnos.

Un firewall humano no se define como:

  • un único individuo o «defensor»;
  • un puesto restringido al equipo de seguridad o cualquier equipo único;
  • una carga exclusiva del empleado;
  • un estado de «configurar y dejar».



El firewall humano trata de crear una cadena completamente nueva, apoyada, personalizada para cada empleado, pues cada trabajador tiene unos conocimientos y nivel diferentes; y optimizada a razón de las potenciales amenazas que aparecen continuamente.

Por ejemplo, las técnicas de phishing que se utilizan en la actualidad podrían no ser para nada iguales a las que se usarán dentro de cinco años. Por este motivo, las formaciones en ciberseguridad deben ser personalizadas y adaptadas a las necesidades cambiantes del entorno y a las capacidades de los trabajadores.

Cualquier trabajador de cualquier empresa podría abrir sin querer un correo electrónico que a simple vista pueda proceder de su jefe pero que, al abrirlo, infecta a todos los servidores de la empresa con un terrible malware. Esto deja en evidencia que todos somos potenciales víctimas de ingeniería social que pueden afectar a los activos más valiosos de la organización.

¿Por qué es importante tener un firewall humano?

Incluso antes de que la pandemia de COVID-19 alterara profundamente la forma en que las operaciones comerciales dependían de la tecnología digital, aumentara el trabajo a distancia y diera lugar a una proliferación de nuevas amenazas cibernéticas, las empresas se encontraron ante desafíos monumentales para proteger sus recursos, personal, clientela e información. Estos desafíos han ido más allá de los límites físicos de la organización, afectando a todos los tipos de entornos en red y a las nuevas modalidades de trabajo.

Asimismo, la moral y el compromiso de los empleados son cuestiones igualmente relevantes en medio de circunstancias tan inciertas. Los empresarios deben incentivar a sus trabajadores, respaldar su crecimiento profesional y definir su rol en el contexto de la empresa más amplia. Sin olvidar la apremiante escasez de expertos en ciberseguridad, un enfoque en el fortalecimiento de un firewall humano puede contribuir a mitigar este problema e incluso inspirar transformaciones vocacionales.

Tal es así, que la importancia de desarrollar un firewall humano radica en la necesidad de las compañías de proteger sus activos (en su mayoría digitales), así como evitar pérdidas de reputación si se sufriera un ciberataque y los datos de clientes estuvieran comprometidos.

 

¿Cómo conseguir un firewall humano eficiente y efectivo?

A través de la formación y concienciación en ciberseguridad. Si queremos que en nuestra organización se cumplan las políticas de seguridad de la misma, los empleados deben conocer, entender y cumplir toda la normativa de protección asociada a esta. 

De esta manera, deberemos seguir estas pautas para asegurarnos de que el eslabón más débil de la cadena se fortalezca:

  • Simulaciones periódicas para tener bajo control el nivel de vulnerabilidad de la empresa.

 

  • Formaciones personalizadas según el conocimiento de cada empleado.

 

  • Establecer intervalos de formación. De esta manera, se pueden llevar a cabo sesiones de aprendizaje enfocadas en actualizaciones en ciberseguridad, para fortalecer áreas vulnerables o destacar mensajes de mayor relevancia.

 

  • Exigir a las entidades externas con las que interactuamos que sus políticas de ciberseguridad estén en línea con las nuestras.

 

  • Evaluar el conocimiento adquirido para determinar el nivel de concienciación alcanzado y las áreas que necesitan refuerzo.

 

Ingeniería social, la gran amenaza

Los ataques cibernéticos mediante ingeniería social pueden basarse en aspectos tecnológicos, como spam, ventanas emergentes en navegadores, software maliciosophishing o pharming, entre otros. También pueden apoyarse en factores humanos, explotando debilidades del comportamiento, como la disposición a ayudar, el respeto por la autoridad o el temor a perder un servicio.

En ambos casos, la clave para detener tales ataques radica en contar con un firewall humano sólido, construido a través de la formación y la toma de conciencia. Las últimas innovaciones tecnológicas serán en vano si un ciberdelincuente puede obtener información confidencial de una empresa mediante un simple correo electrónico.

Existen múltiples técnicas que los ciberdelincuentes emplean para alcanzar sus objetivos. Algunas demandan tecnología, mientras que otras se centran en la manipulación humana. Reducir o mitigar estos riesgos depende del compromiso que los empleados tengan con la ciberseguridad. Asegurarte de que todos comprendan los procedimientos y adopten una auténtica cultura de seguridad es fundamental. Así, configurarás un efectivo firewall humano.

Es esencial tener en mente que cualquier empresa, independientemente de su tamaño o sector, puede estar expuesta a ciberataques.

Los delincuentes cibernéticos pueden llevar a cabo ataques sin sortear las medidas de seguridad, obteniendo información valiosa a través de engaños, pero si las personas están formadas y concienciadas en ciberseguridad ayudarán a disminuir la vulnerabilidad de la empresa y el riesgo a posibles consecuencias negativas para la misma.

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